Sin la oposición, que decidió no participar, el Gobierno defendió el proyecto para disolver la ex Side y crear una Agencia Federal de Inteligencia, en un plenario de Comisiones del Senado que continuará mañana con la exposición del Cels y figuras como Marcelo Saín, diputado y ex miembro de la policía aeroportuaria.

Los enviados fueron el actual secretario de inteligencia, Oscar Parrilli; su segundo Juan Martín Mena; y el secretario legal y técnico de la presidencia, Carlos Zannini, la histórica mano derecha de los Kirchner obligado a dar la cara desde el año pasado.

Ante los escasos senadores del kirchnerismo, Zannini fue el más tribunero: “Nos han construido una leyenda de carpetas y carpetazos, pero todo el sistema político está temiendo esto”, gritó.

Intentó apartarse de la conocida obsesión de Néstor Kirchner por las pinchaduras de teléfono de la Side, una potestad que este proyecto transfiere a la órbita del Ministerio Público.

El temor a las escuchas fue el denominador común de las exposiciones. Parrilli se tomó un tiempo para explicar cómo funciona. “El año pasado la Ojota intervino 25950 llamadas, el 56% del interior del país, el 88% a celulares”, contó.

Destacó que sólo una pequeña parte las realiza la oficina de la ex Side mientras que una buena parte las implementan representantes de los organismos judiciales en una sala de 27 boxes que funciona en el edificio de la calle 25 de mayo.

O sea, dio a entender que la ex Side sólo cede la infraestructura cuando la justicia ordena pinchar teléfonos.

Parrilli defendió que sea la procuración y no la Corte la que tome la tarea porque el máximo Tribunal “no puede controlar la Suprema Corte”.

Confirmó que todos los agentes deberán presentar declaración patrimonial y que seguirán controlando a los espías que dejen sus funciones, una tarea difícil de implementar.

Los pocos senadores oficialistas que participaron no se preocuparon por inquietar a los funcionarios.

Miguel Pichetto les pidió aclarar en el texto que la transferencia de los activos de la ex Side a la Afi debe ser con los recursos, a lo que Zannini y Parrilli asintieron sin problemas.

Rodolfo Urtubey tocó un tema áspero: reclamó que los agentes no deben interactuar con los jueces, como se sabe que ocurrió durante los últimos Gobiernos. Zannini no quiso responder.