La ex directora técnica del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), Graciela Bevacqua, desplazada ayer por decisión del director del instituto, Jorge Todesca, respondió a las críticas que desembocaron en su separación del cargo.

Todesca dijo ayer  que "la cuestión de los plazos cobró una importancia grande" y que "en el caso del IPC, la directora habló de ocho meses (de plazo para dar a conocerlo) de manera inconsulta". Una falsedad, porque cuando lo anunció estaba junto al propio Todesca.

Girando sobre su eje, Todesca ahora "denunció" que no solo se trata del IPC sino que "el resto de las publicaciones venía muy atrasado" y agregó que "no es un indicador, sino 34 los que están atrasados" y que esta fue la razón por la cual ayer fue desplazada Bevacqua.

"Esto que pasó es una intromisión del poder político al organismo técnico, esto no se puede aceptar" aseveró Raúl Llaneza de ATE-INDEC. "Es un deseo de todos los trabajadores del INDEC, sea cual sea el cargo que ocupen, la normalización (de las estadísticas públicas lo antes posible) que viene de la mano de la independencia de las necesidades del poder político" agregó.

"Como funcionario tengo la obligación de ser sensible a las urgencias de la sociedad y del Gobierno", dijo Todesca. 

La urgencia del Gobierno se debe a que sin estadísticas oficiales, la negociación en curso de las paritarias carece de punto de referencia e incluso es muy difícil cuantificar el resultado de las políticas efectuadas hasta la fecha. Sin más, días después de que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, asegurara que la inflación se estaba desacelerando, el índice de precios al consumidor de la Ciudad de Buenos Aires, dio 4,1%, más que el mes anterior, lo cual vino a desacreditar al ministro.

En medio de la tensión generada por la difusión de este dato que fue leído como "fuego amigo", el Ministro del Interior anunció que en dos meses habría un guarismo oficial del INDEC desautorizando esta vez no solo las palabras de Bevacqua, sino todo su proyecto de rearmado de la confianza en las estadísticas públicas, de cuyos plazos el gobierno estaba al tanto desde antes de que asumiera porque "fue una de las condiciones que puse antes de asumir" aseguró la ex funcionaria.

Graciela Bevacqua explicó que "había que empezar de cero, elegir una nueva muestra, dar consignas a los encuestadores, armar manuales, rehacer las muestra de alquileres, y de muchos de los locales, y quitar cobertura geográfica para hacerlo más rápido". 

En este punto Todesca discrepó. En su opinión, no están empezando "de cero", por eso designó como nuevo director técnico a Fernando Cerro, con quien comparte esta opinión. Según ellos, se puede armar un índice incompleto y transitorio con el que dar respuesta a las necesidades sociales y políticas. 

Nieto, Bevacqua, Prat Gay y Todesca.

DyN

Sin embargo, la desplazada directora técnica del organismo, Graciela Bevacqua, aseguró que "en dos meses no se puede tener un indicador confiable y de calidad". Y en declaraciones a radio Belgrano agregó que para medir precios "con seriedad, se requieren como mínimo dos años".

Bevacqua fue clara al respecto: ella no quiere armar un índice con asteriscos y salvedades. Por eso, consultada sobre su vuelta al organismo, afirmó que "Me bancaría una marcha atrás si las cosas se quieren hacer seriamente", con lo que descarta la invitación a hacer investigación, formulada ayer por el titular del organismo.

La idea de Bevacqua era dar credibilidad y seriedad a las estadísticas oficiales, capacitar el personal para no tener errores en la elaboración de las bases de datos y que, en el ínterin, las estadísticas de la ciudad de Buenos Aires y de San Luis sirvieran como referencia por lo que, respecto de ellos, siguió sosteniendo que "son dos índices que en el mediano plazo son buenos". 

Este desplazamiento causó daño a la imagen del nuevo instituto ya que, como explica Llaneza, "Es emblemático el nombre de Bevacqua porque fue la primera desplazada por la intervención" del gobierno kirchnerista que dio por tierra la seriedad de las estadísticas nacionales.

"Nunca pensé que iba a ser separada del cargo. Estaba preocupada por la urgencia política, pero me sentí parte del Gobierno con respecto a que quiero que todas las cosas salgan bien. Era una buena posibilidad para reconstruir las estadísticas públicas de una buena vez", aseveró la ex directora técnica.

Los especialistas lamentan una nueva crisis de credibilidad

LPO consultó a especialistas en estadística para comprender esta disputa, y todos coincidieron en señalar que efectivamente los tiempos políticos y los tiempos políticos entraron en conflicto y que el desplazamiento de Bevacqua desata una nueva crisis para la credibilidad del INDEC.

El economista Víctor Beker, ex Director De Estadísticas Económicas del INDEC, habló con LPO y aclaró que su opinión no es coincidente con la de Graciela Bevacqua. "Si se tratara de un instituto de investigación, me parece que corresponde tomarse un año o incluso dos para dar un índice de precios serio, pero se trata de un instituto de estadísticas nacionales que, por lo tanto, tiene que producir estadísticas esté como esté", opinó.

Quienes la convocaron o cambiaron de idea en dos meses o evidentemente no tenían ni las más pálida idea de las repercusiones de optar por este plan", aseguró Beker.

"El problema no es si se puede o no se puede tener estadísticas en dos meses, sino que hay que arreglarlo sobre la marcha. Jamás se nos ocurrió contemplar el cierre temporario del INDEC ¿Se imagina dejar sin policía a una provincia por ocho meses porque quiere hacer una reforma institucional?" explicó el economista. "El tema de fondo es que (Bevacqua) siempre sostuvo este plan. Quienes la convocaron o cambiaron de idea en dos meses o evidentemente no tenían ni las más pálida idea de las repercusiones de optar por este plan", aseguró Beker.

Específicamente sobre el debate de los tiempos, un especialista explicó a LPO, que los manuales internacionales indican que antes que nada hay que armar una canasta de bienes representativos del consumo, elegir los lugares en los que van a relevarse y recién ahí salir a la calle.

Por lo menos "se necesita un primer período largo como un año de base sobre el cual cuantificar las estacionalidades del movimiento de los precios a lo largo del año" y recién "luego se puede analizar la variación de esa canasta" detallaron a LPO. Por eso Bevacqua puntualizó que "en la comunidad estadística internacional hubieran esperado que tardáramos entre 12 y 13 meses, que es la mitad" de lo especificado en los manuales.

Dispersión de índices

La proliferación de mediciones y la dispersión entre ellas no ayudan a darle seriedad a los índices publicados y ponen de relieve las cuestiones de criterio a la hora de armar un índice. No solo hay cuestiones culturales y estructurales como la composición de la canasta de bienes a relevar entre los distritos de la Ciudad de Buenos Aires y de San Juan, sino que hay cuestiones técnicas de ponderadores que hacen divergir los resultados de los índices considerados que ya para diciembre pasado difirieron del 3,9 al 6,5% respectivamente.

Los índices de las consultoras privadas promediados en el IPC-Congreso dieron 3,8%, en línea con el de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que los de las consultoras privadas que trascendieron dieron aun menos: 2,8% según Estudio Bein y para Elypsis 3,4%.

Para Febrero, Luciano Cohan de Elypsis anticipa una inflación del 2% "o un poquito menos sin contar el impacto de las nuevas tarifas". Para la Ciudad de Buenos Aires, "donde el impacto de las tarifas es mayor, tenemos las datos del director del instituto de estadísticas de la Ciudad que habla de 1,5% de incidencia" agregó. Y aclaró que "si ese es el impacto, es una buena noticia. A nosotros nos sorprendió por lo bajo".

"Ya estamos viendo la desaceleración de la inflación para febrero" de la que hablaba Prat Gay, explicó Cohan.

El mes anterior a nivel nacional les había dado 4%, por lo que "ya estamos viendo la desaceleración de la inflación para febrero" de la que hablaba Prat Gay, explicó Cohan. Además, agregó que aunque es un número prematuro, sus modelos le permiten proyectar un 2 o 2,5% de inflación para marzo, sin contemplar la suba de las tarifas del gas, que por ahora no está confirmada, pero sí la suba de las naftas que de la que se habla desde enero.