La Justicia federal intervino el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y desplazó de su cargo a Omar “Caballo” Suárez, el sindicalista preferido de Cristina Kirchner, acusado de varios delitos.

La decisión fue tomada por el magistrado federal Rodolfo Canicoba Corral, quien sigue las causas contra Suárez. El fallo no fue notificado formalmente a la parte querellante, ex directivos del gremio expulsados por el “Caballo”, pero fuentes del gobierno nacional confirmaron a LPO -que dio la primicia-, la información.

La decisión de no notificar la intervención a la parte querellante generó sospechas entre los gremialistas enfrentados a Suárez, que temían alguna gestión subterránea que termine haciendo arrepentir al juez Cabicoba Corral, que hace meses se sumergió en tortuosos diálogos con los abogados de Suárez.

En Tribunales afirmaron a LPO que el acuerdo al que llegaron el juez y el gremialista, fue que entregue el gremio a cambio de su libertad ambulatoria. Es que las acusaciones que enfrenta son aplastantes y hasta se menciona un delicado informe de la DEA (la agencia antigrogas de Estados Unidos).

La causa

Directivos del SOMU desplazados por la conducción de Suárez presentaron el año pasado dos pedidos de intervención y la separación del cargo del secretario general del sindicato, por diferentes delitos y por adelantar un año las elecciones para asegurarse un nuevo mandato, situación que obligó al Ministerio de Trabajo a anular la convocatoria, aunque el Caballo avanzó igual.

En una de las presentaciones, los querellantes argumentaron que Suárez “habría actuado contra los intereses” del gremio y la obra social “y podría utilizar todos los resortes a su disposición para ocultar pruebas o fabricar situaciones que puedan resultar contrarias a los intereses de los afiliados”. Y agregaron que los delitos por los que se lo acusa habilitan a la expulsión del gremio de Suárez.

Los disidentes del gremio denunciaron también que Suárez tiene una red de nueve empresas manejadas por parientes y allegados, todas las cuales habrían sido beneficiadas a partir de la influencia del sindicalista en el negocio marítimo y hasta con fondos del SOMU, la obra social y la Fundación Azul del gremio.

Por otro lado, Suárez fue procesado en 2014 por Canicoba Corral entorpecer la navegación de buques en el puerto y extorsionar a empresarios, causa por lo que lo embargó en 5 millones de dólares. El gremialista mostró su poder y un día después de procesado paralizó los barcos de todo el país.

Canicoba también tiene en su poder una denuncia contra por hurto de bienes del Estado Nacional. Se trata de “flotadores, cascos, tablas, boyas y cables de acero” que estaban en el destacamento capitalino de Vías Navegables y fueron llevados a un emprendimiento privado de Suárez en Corrientes, según consta en la presentación judicial.

Como si fuera poco, en el libro “Sinaloa-Medellín-Rosario”, del periodista Gustavo Sierra, se menciona a Maruba -una de las firmas ligadas al SOMU y denunciadas por los ex directivos- en la trama del ingreso de la efedrina al país.