"Hay que hacer escalones lo más justos posibles, porque un peso más dispara excesivamente para arriba". Las palabras de Mauricio Macri acerca de las escalas del impuesto a las Ganancias no se condicen con su decisión de postergar hasta 2017 la demorada modificación de esas alícuotas, que hubiese hecho mucho más beneficiosa la reforma que anunció ayer.

Con el correr de las horas y la salida a la luz de la letra chica del nuevo esquema de Ganancias, el descontento crece sobre todo en los sectores sindicales, que ayer celebraron con reparos el anuncio, entre otras cosas a la espera de un proyecto para elevar las escalas este mismo año. Macri aclaró hoy que se debatirá este año, pero se aplicará el próximo.

"Sé que para algunos les parece poco, pero es un 160 por ciento de aumento en el mínimo no imponible. Es un salto enorme. Y el año que viene, después de un largo debate, habrá que trabajar sobre el tema de las escalas, que es la otra cosa que no funciona bien", afirmó Macri, que agregó que pretende “un ajuste automático” en las escalas “para que no vuelva a producir una distorsión tan grande como la que tenemos hoy”.

Sin embargo, la decepción por el anuncio crece. “Se van a llevar una sorpresa desagradable cuando vengan las paritarias”, afirmó a LPO el economista del Frente Renovador Aldo Pignanelli, en referencia a que con la no actualización de las escalas “se achica dramáticamente” la diferencia entre los que pagan la alícuota más baja con los que pagan la más alta.

De acuerdo a Pignanelli, aunque ahora muchos trabajadores -de una franja salarial alta- observarán una mejoría, cuando llegue el momento de la negociación paritaria y sus sueldos vuelvan a aumentar, probablemente terminen tributando una alícuota superior a la que tributaban hasta ahora. Con el nuevo esquema, quienes estén casados, tengan dos hijos a cargo y ganen 45 mil pesos, serán alcanzados por la alícuota máxima.

Esto no significará que no recibirán una mejora salarial, pero será sensiblemente inferior y esto probablemente impacte en las paritarias de aquellos gremios con trabajadores de sueldos altos. Tanto aquellos que pasarán a pagar una alícuota más alta, como los que superarán el nuevo piso.

"El aumento de las paritarias va a comer el cambio en el mínimo si no hay otras modificaciones, aunque en los primeros escalones salariales haya alguna mejora", explicó el tributarista Jorge Rodríguez Córdoba a La Nación. "El Congreso debe tratar el cambio en las escalas porque si no la paritaria evaporará la suba del mínimo, que fue un calmante", dijo, por su parte, César Litvin.

Pero hay otro motivo para disgusto de los trabajadores. Según el Gobierno nacional, la elevación del piso de Ganancias provoca automáticamente que 180 mil personas dejen de estar alcanzadas por el impuesto. Esto, claro, sin contar que los próximos aumentos salariales podrían provocar que muchos de ellos vuelvan a quedar alcanzados.

Más allá de esto, los 180 mil que quedan exentos con la suba del mínimo quedan opacados porque otros 220 mil trabajadores ahora estarán alcanzados por la derogación del decreto 1242/2013, según advirtieron hoy Sergio Massa y algunos dirigentes kirchneristas. El jefe de la Afip, Alberto Abad, dijo ayer en conferencia de prensa que no tiene un análisis fiable para determinar la cantidad de nuevos alcanzados.

Esto situación nace a partir de una insólita distorsión aplicada por Axel Kicillof en 2013, cuando determinó que quienes entre enero y agosto de ese año ganaban menos de 15 mil pesos brutos quedaban exentos del tributo, aunque en los meses subsiguientes su salario superara ese piso. Es decir que un trabajador que ganaba $14.500 en julio de 2013 y el mes pasado cobraba $20.000 (o $50.000 o $100.000), no pagaba a pesar de que superaba ampliamente el mínimo.

Muchos de esos asalariados ahora empezarán a tributar y según parece la cantidad es mayor de los que quedan exentos. Aunque está claro que es una distorsión que era necesario corregir, lo que sorprende es que el Gobierno no haya encontrado una solución que no vaya en detrimento de los trabajadores.