Con un nivel de informalidad que alcanza el 50% y un número similar de pobreza, el gabinete mexicano se debate sobre la posibilidad de imponer una cuarentena total como ocurre en Argentina y otros países del mundo.

Las mayores dudas pasan por calcular el impacto que puede llegar a tener una medida de esa magnitud en una economía tan informal como la mexicana. Esos interrogantes también sobrevuelan a la Argentina, donde como informó en exclusiva LPO, miembros del gabinete de Alberto Fernández se mostraron contrarios a adoptar medidas extremas por el daño que pudieran causar en una economía con el 40% de los trabajadores en negro.

El gobierno promete que pagará un mes de "sueldo" a trabajadores en blanco e informales

En muchos países de Europa los estados anunciaron que pagarían los sueldos de los trabajadores, una medida que parece imposible de aplicar en América Latina. 

¿Hay que suspender ya el empleo público, como etapa previa a una cuarentena total? ¿Hay que esperar para no impactar de forma temprana a esa enorme masa de trabajadores que se ganan la vida en la economía informal? No parece haber una respuesta con certeza total, pero sí un debate profundo en los equipos de López Obrador.

El hombre a cargo de combatir esta epidemia, Hugo López-Gatell, está convencido que no hay chances de detener completamente los contagios. Habrá infectados, habrá hospitalizados y, lamentablemente, habrá un porcentaje de muertos. Frente a lo inevitable, repite que no tiene ningún sentido someter a toda la población a una cuarentena anticipada, lo cual pondrá a millones de personas a sufrir un desabastecimiento forzado. El remedio sería peor que la enfermedad. 

Pero incluso su propuesta de cuarentenas escalonadas reciben resistencias en el gabinete por el durísimo impacto social que se preve. Un caso emblemático, revelado en exclusiva por LPO México, fue su idea de licenciar a la enorme mayoría de los empleados del gigantesco estado mexicano por un mes (ver documento adjunto).

LPO México reveló que el equipo de López-Gatell armó un documento que también debería llevar la firma de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, para paralizar a la administración pública desde el próximo lunes 23 de marzo al 19 de abril.

La resistencia de Irma Eréndira -entre otros- obligó a suspender la iniciativa y negar la existencia del memo, hasta que con una franqueza poco usual en la política, el propio López-Gatell reconoció su existencia en una conferencia de prensa realizada pocos días después de la primicia de LPO México (ver video).

En su entorno insisten con un argumento: "Igual la actividad se parará por el miedo, y quizás sea tarde porque habrá una crisis de salud pública", le responden los moderados. El debate al interior del Gabinete es intenso. 

El propio López Obrador reconoció que había que pensar también en aquellas personas que salen todos los días a buscarse el dinero para comprar la comida. "¿Cómo mantienes encerrado a estas cientos de miles de personas durante dos semanas, si no tienen garantizadas las comidas para dos o tres días? Si no hay comida, no habrá ningún temor a un virus", repiten los que se adhieren a este abordaje. La idea, entonces, es demorar lo máximo posible las medidas radicales.