Eligió a The Wall Street Journal para dar a conocer la noticia con una columna de opinión y generó una conmoción. El alcalde de Dallas Eric Johnson abandonó el Partido Demócrata y dio un salto al Partido Republicano que sus ex compañeros consideraron una traición. "La próxima primavera votaré en las primarias republicanas, Cuando mi carrera en un cargo electo termine en 2027 con la toma de posesión de mi sucesor como alcalde, dejaré el cargo como republicano", afirmó.

En mayo pasado, Johnson fue elegido con el 93% de los votos para un segundo y último mandato de cuatro años. Contó con la ventaja de ser el único candidato a alcalde que figuraba en las boletas de los votantes por primera vez en más de 50 años.

Sin embargo, Johnson siempre tuvo un perfil propio, a tono con el estado conservador que responde a los republicanos y en contraste con el ala progresista del partido demócrata. Eso le permitió tener el apoyo económico de grandes donantes republicanos como el presidente de la firma de inversiones Doug Deason, el sindicato policial de Dallas y políticos conservadores como el senador Ted Cruz y el senador John Cornyn.

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El anunció, que no registra antecedentes en la historia política de Texas para un alcalde en funciones, es producto de una decisión personal pero también de un proceso político. Los republicanos gobiernan el Estado de Texas de manera ininterrumpida desde hace casi tres décadas pero las grandes ciudades como Houston, Dallas, San Antonio y Austin son liberales y tienen preeminencia demócrata. Con su cambio de identidad, Johnson, agiganta la tesis difundida por muchos que lo antecedieron: los demócratas conservadores cada vez tienen menos espacio en el partido. La diferencia es que nunca un alcalde había hecho semejante conversión desde una alcaldía como la de Dallas y después de haber hecho campaña y haber ganado con la boleta demócrata.

El alcalde Eric Johnson con el jefe de policia de Dallas Eddie García, durante el funeral de un policía.

AP

Aunque la posición del alcalde en Dallas es técnicamente no partidista, Johnson se unió al alcalde de Fort Worth, Mattie Parker, y ahora son dos los alcaldes republicanos que gobiernan ciudades importantes en Texas. Dallas es la ciudad más grande del país que gobierna un republicano. Sin embargo, el apoyo a los demócratas nacionales allí siempre ha sido grande. En 2020, los votantes del condado de Dallas le dieron la victoria a Joe Biden sobre Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 por más de 30 puntos.

Johnson siempre tuvo un perfil propio, a tono con el estado conservador que responde a los republicanos y en contraste con el ala progresista demócrata. Eso le permitió tener el apoyo económico de grandes donantes republicanos.

Consultado por LPO, el politólogo texano Mark P. Jones analizó el impacto político de la noticia. "Como alcalde, Johnson se posicionó en la ancha avenida del medio donde está la mayoría de los residentes de Dallas. Hizo hincapié en las políticas que son mejores para Dallas, a veces con un libreto prestado de los playbooks de los demócratas y a veces de los republicanos. Su nivel de popularidad en el electorado era tanto que logró reelegirse en una elección sin un solo contrincante", afirmó.

El Director del Posgrado de Asuntos Globales de la Universidad de Rice remarca que Johnson siempre ha tenido un perfil del moderado y pragmático, una característica que nunca abandonó, ni siquiera dentro de un Partido Demócrata donde los moderados son cada vez más débiles frente un progresismo en ascendencia."La única incógnita es qué papel quiere ocupar dentro de un Partido Republicano Tejano donde la derecha parece tener un control total", apunta Jones. Entre las hipótesis que se manejan, está la posibilidad de que Johnson aspire a un cargo estatal o a llegar al Congreso de Estados Unidos desde la identidad republicana.

La ruptura del alcalde con el Partido Demócrata fue bien recibida por el gobernador republicano de Texas Greg Abbott y el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, pero también por parte de los miembros del partido republicano a nivel nacional. El candidato a presidente Tim Scott saludó su conversión y anunció un viaje a Dallas para respaldarlo.

"Being Latino and being a Democrat in Texas does not mean being progressive"

A la inversa, en el Partido Demócrata de Texas se afianzan los dirigentes progresistas como el congresista Greg Casar de San Antonio o la joven abogada de inmigrantes Jessica Cisneros, la rival derrotada por Henry Cuellar en las elecciones de medio término. Ese perfil que se viene acentuando en las grandes ciudades es que esgrimen antiguos demócratas que migraron hacia el Partido Republico disconformes con lo que consideran una agenda progresista en exceso domina a las nuevas generaciones demócratas.

En el Partido Demócrata de Texas se afianzan los dirigentes progresistas de la nueva generación como el congresista Greg Casar de San Antonio o la joven abogada de inmigrantes Jessica Cisneros. 

Antes de ser alcalde, Johnson fue representante demócrata de la Cámara estatal durante nueve años. En el gobierno de Dallas desde 2019 tomó como prioridad la seguridad pública, la reforma ética de la ciudad, el desarrollo de la fuerza laboral, el aumento de parques y espacios verdes y el impulso de la posición internacional de la ciudad entre sus principales prioridades. Además, promovió medidas contra el crimen y desarrolló una relación estrecha con el jefe de policía de Dallas, el latino Eddie García.

En el artículo de opinión que publicó en The Wall Street Journal, Johnson dijo que su visión se alinea con la del Partido Republicano y destacó su apoyo a la aplicación de la ley, los bajos impuestos a la propiedad y el fomento de un entorno favorable a las empresas.